Reprimiendo mis deseos en melodías cautivas.
Melodias ahogadas en silencio bajo el manto de una noche melancolica.
Un entorno que clava en mi dorsal el profundo cuchillo del pasado.
Si fuese posible escapar como lo hacen mis lágrimas perdidas en dolor y al viento, como los versos que alguna vez susurre a tu corazón.
Ahora tus mentiras son como una lanza que arranca el palpitar de mi pecho que antes estuvo entre tus dedos.
El retrato que encierran estas paredes hacen doblegar mis rodillas y ceder mi cuerpo en llanto.
Ni la luna pudo detener los brazos que del abismo ascienden y que me encadenan hacia él,
Cual serpiente estrangula su presa como mi alma de tu piel mentirosa.
La guerra que se cierne en mi cabeza me obliga a lo que ese abismo pide a gritos.
Mis ojos contemplativos obserban cómo tus desprecios se convierten en navajas.
La luna llora, las estrellas sufren y la consuelan, la noche mira con indiferencia, el abismo me recibe en danzas y mi sangre que como fuente de agua se derrama dejando escapar mis poesías y mis sueños que alguna vez contigo tuve.